VISITAMOS EL MUSEO DE LA CIUDAD "LUIS DE MORALES".

Buenos días a tod@s:

El viernes día 16 de noviembre de 2018 hicimos la primera salida del curso dentro de nuestro proyecto de formación como jóvenes guías turísticos y con el cual estamos muy ilusionados. Íbamos a conocer el Museo de nuestra ciudad, el museo Luis de Morales. Antes de salir, nuestro maestro Daniel nos comentó que el maestro Pepe no podría venir hoy con nosotros pero que sí lo harían Eva y Esther. Eva y Esther tienen a sus hijos en el colegio y las hemos visto muchas veces en el blog del año pasado; nos alegra mucho que madres de otras clases quieran acompañarnos y quieran colaborar con nosotros. Bienvenidas a las dos!! 😉

Para estar a mediados de noviembre, la temperatura era muy agradable, así que sin perder más tiempo, cogimos nuestra mochila, la mejor de nuestras sonrisas y nos pusimos en marcha. Por el Paseo Alfonso IX de León (que así se llama el recién inaugurado paseo de la margen izquierda del río Guadiana) llegamos hasta la Puerta de Palmas y, de ahí, fuimos callejeando por la Plazuela de la Soledad hasta llegar a la puerta del Museo. Eran las 10h en punto cuando llegamos y ya nos estaban esperando. 

Tras dejar nuestras mochilas en una pequeña sala, nos concentramos todos en el patio central de la casa, del Museo. Nuestro guía, Miguel Iñesta, nos dio la bienvenida y nos hizo sentir muy cómodos durante toda la visita. Tras explicarnos que en esta casa vivió el famoso pintor de Badajoz Luis de Morales, fuimos recorriendo las distintas salas del museo, en las que Miguel nos fue explicando la historia de nuestra ciudad desde sus orígenes. Fue una hora apasionante en la que aprendimos muchas cosas de Badajoz que no sabíamos, y todos comprendimos que aún quedan muchas por descubrir; cuanto más sepamos y conozcamos nuestra ciudad, más podremos valorarla y ayudar a que otras personas la conozcan.

Tras despedirnos de todo el equipo del Museo y agradecerles la visita que  habíamos hecho, nos fuimos hacia el parque de la margen derecha del río, junto al Puente de Palmas. Nuestro estómago decía: ¡recreo! Y así fue, volvimos a pasar por la Plaza de la Soledad, cruzamos el Puente de Palmas y bajamos por el Hornabeque del puente para llegar al parque. Había llegado nuestro momento de juego.😉

Después de haber merendado y jugado, emprendimos el camino de vuelta al colegio. Íbamos contentos y satisfechos, sabiendo que estábamos aprendiendo cosas nuevas y, sobre todo, una nueva forma de ver, conocer y valorar nuestra ciudad.

Nos lo hemos pasado muy bien.

¡Hasta la próxima!